Antes del amanecer

Antes del amanecer
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Antes del amanecer, está formado por una serie de charlas que Osho dio sobre cómo construir un futuro mejor y superar la angustia con la que muchos vivimos como consecuencia de un presente oscuro.
Antes del amanecer, está formado por una serie de charlas que Osho dio sobre cómo construir un futuro mejor y superar la angustia con la que muchos vivimos como consecuencia de un presente oscuro.

La sensación de llegar a casa
Osho:
¿Cuál es el criterio de la verdad?
La verdad no es una experiencia racional; el razonamiento no puede demostrarla ni desmentirla. No hay ningún argumento que pueda convencerte de la verdad ni dejar de hacerlo. Es una experiencia que está más allá de la mente, de modo que no hay criterios. Este es el motivo por el que la ciencia nunca habla de la verdad, ya que la ciencia solo es capaz de hablar de cosas que son demostrables objetivamente.
Y la verdad es una experiencia subjetiva, igual que el amor. ¿Cuál es el criterio del amor? Cuando te enamoras, ¿puedes demostrarlo? ¿Puedes demostrar que realmente te has enamorado? ¿Hay alguna forma de hacerlo? ¿Hay algún argumento o algún razonamiento del que puedas valerte, tienes algún testigo? Lo único que puedes hacer es decir: «Sé a ciencia cierta que mi corazón late de una forma diferente»; pero eso es algo subjetivo. No puedes tomar parte de tu dicha y enseñársela a la gente para demostrarles lo que sientes.
El amor, la verdad, la dicha o Dios no tienen ninguna demostración; son experiencias internas. Un criterio siempre es algo externo. No puede usarse el mismo criterio para lo exterior y lo interior, y este es el error de los ateos
. ¿Por qué niegan la existencia de Dios, la existencia del alma, la existencia de la verdad y la existencia de una vida después de la muerte? Por el simple hecho de que no hay ningún criterio, no hay pruebas, no hay evidencias. Aunque ningún teísta haya podido derrotar a los ateos en una discusión, sin embargo, estos siguen estando equivocados. Están equivocados porque buscan un criterio objetivo para una experiencia subjetiva. Es como oír música clásica y que alguien te diga o te pregunte: «¿A qué sabe?», «¿Qué color tiene?», «¿Qué has sentido al tocarla?».
Tú contestarás: «¿Te has vuelto loco?». La música no se experimenta con los ojos ni con el olfato; la música no huele a nada. No se experimenta con la lengua; no sabe a nada. No es algo tangible que pueda tocarse. Es una experiencia auditiva, y los ojos no pueden demostrar una experiencia auditiva.
Y tampoco es posible lo contrario. Los oídos no pueden demostrar una experiencia visual, por ejemplo, la luz o el color. Si quieres pruebas que sean comprensibles para los oídos, dejará de haber luz; tendrás que negarla. Y dejará de haber colores y arco iris. Tendrás que negar todo lo que pertenezca al mundo de los ojos, y casi el ochenta por ciento de las experiencias son visuales. Si quieres encontrar un criterio válido para los oídos, la nariz, la boca o las manos, pero no para los ojos... tendrás que negar el ochenta por ciento de tu vida.
Y lo mismo puede decirse de la verdad. La verdad es un espacio en tu interior en el que no hay pensamientos, sensaciones ni emociones... solo hay un silencio absoluto y una luz eterna, sin combustible..., porque el combustible a la larga se consume.
En el fondo de tu ser hay una luz inextinguible, que siem pre ha estado ahí y seguirá estando porque está más allá del tiempo y el espacio..., es un silencio profundo. No es un silencio sepulcral —no se trata de un silencio negativo, tampoco de uno que implique ausencia de ruido—, sino un silencio que entraña una presencia positiva y afirmativa de la paz, un frescor, una música callada..., una luz y una vida que son eternas.
Descubrir estas cosas en el fondo de tu ser... la experiencia de la dicha, la felicidad, la sensación de haber llegado a casa, de haberte encontrado al fin... todo esto es lo que contiene la palabra «verdad». Es algo que puedes experimentar, pero nunca hallarás una explicación. Puedes encontrar una forma de alcanzarlo, puedes encontrar un modo de conseguirlo, pero nadie es capaz de decirte de antemano qué es.
Gautama Buda solía decir: «Un buda te muestra el camino, pero nadie puede hacer el camino por ti. Tendrás que caminar tú solo y descubrirlo... y quienes lo han descubierto se han quedado mudos». Es como darle unos caramelos deliciosos a un mudo... No es que no sepa qué gusto tienen; sí lo sabe. Los saborea, pero si le preguntas qué gusto tienen, no podrá decírtelo porque es mudo.
Todos los que han conocido la verdad se quedan mudos a la hora de expresarlo. Pueden decirte cómo llegar ahí, Pueden mostrarte el camino. Pueden llevarte hasta la ventana, hasta la puerta, pero tú mismo tendrás que descubrirlo, tú solo tendrás que hacer el camino..., es la experiencia final.
Solo hay una cosa que puede decirse desde fuera:
El hombre que conoce la verdad no tiene miedo a la muerte.
El hombre que conoce la verdad nunca es infeliz.
El hombre que conoce la verdad no es cobarde.
El hombre que conoce la verdad se halla en estado de celebración; el hombre que conoce la verdad está bailando eternamente.
Esto es todo lo que puedes ver desde fuera, pero solo se trata de un eco lejano; no es la verdad en sí. Es el eco lejano del comportamiento de alguien que ha encontrado la verdad. Es el reflejo, el reflejo de las estrellas en el lago. Pero ¡no saltes al lago para encontrarlas! Ahí no encontrarás nada. Las estrellas están muy lejos; solo es un reflejo.
Si no estás completamente cerrado, si no estás lleno de prejuicios, si no te has decantado a favor o en contra de alguien, la manera de ser de una persona que ha descubierto la verdad te revelará algo..., su presencia, sus gestos, sus ojos.
Si estás abierto y eres sensible te darás cuenta de que tiene algo carismático, magnético, que te invita a entrar, que te anima a acercarte, que te revela una nueva dimensión en tu búsqueda; algo que hace que en tu corazón repiquen unas campanas silenciosas de las que nunca habías tenido conciencia.
Te ha llegado al corazón. Su presencia misma es creativa, su presencia te convierte, su presencia es el único criterio; pero no es una cuestión de lógica, es una historia de amor.
Recuerda, vuelvo a repetirlo: no es una cuestión de lógica, es la búsqueda de un corazón amoroso.
More Information
Type Series of Talks
Publisher DEBOLSILLO
ISBN-13 9788490623275
Number of Pages 320
File Size 930 KB
Format Nook Or Kindle
ASIN B00LEVTBZY